martes, 29 de septiembre de 2009


Aturdido y abrumado por la duda de los celos, se ve triste en cantina un boemio ya sin fe. Con los nervios destrozados y llorando sin remedio, como un loco atormentado por la ingrata que se fue. Se ve siempre acompañado, del mejor de los amigos, que lo acompaña y le dice ya esta bueno de licor. Nada remedia con llanto, nada remedia con vinos, alcontrario, la recuerda mucho mas su corazon. Una noche, como un loco mordio la copa de vino y le hizo un cortante filo que su boca destrozó y la sangre que brotaba, confundiose que con el vino y en la cantina este grito a todos estremecio, no te apures compañero, si me destrozo la boca, no te apures que yo quiero con el filo de esta copa, borrar la huella de un beso traicionero que me dio. Mozo, sirveme la copa rota, sirveme que me destroza esta fiebre de obsesion. Mozo, sirveme una copa rota, quiero sangrar gota a gota el veneno de su amor.

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